Schruns es un pequeño pueblo de unos cuatro mil habitantes situado en los alpes austríacos, concretamente en el valle de Montafon en Vorarlberg.
Tenemos una relación de amor con este pueblo alpino ya que vivimos 5 años en él.
Es el típico pueblo de montaña ideal para esquiar en invierno y hacer senderismo en verano, aunque el clima en esas dos estaciones puede sorprendernos.
El pueblo, según cuenta la gente de allí, se hizo famoso porque Hemingway lo eligió como uno de sus favoritos para ir esquiar. Allí se inspiró también a la hora de escribir alguno de sus libros. La historia dice que Hemingway engañó a su mujer y ésta, para perdonarlo, le pidió que la llevara de viaje a esquiar a St.Anton am Arlberg (a unos 50 km) pero como este otro pueblo era muy caro, Hemingway reservó alojamiento en Schruns prometiéndole que era mucho más bonito. Y así les pareció. Les gustó tanto que decidieron volver varias veces más.
De hecho en el hotel Taube, donde solía jugar a las cartas, en el centro de Schruns, hay una placa con su nombre.
En este pueblo podemos encontrar para nuestro alojamiento desde hoteles de lujo hasta apartamentos particulares. En invierno sube la demanda, sobre todo de precios.
Uno de estos hoteles de lujo, Löwen Hotel, en pleno centro, ha alojado a la Selección Española de Fútbol antes del Mundial de 2010, antes de la Eurocopa de 2012 y antes de la Eurocopa de 2016. Vicente del Bosque lo considera su pueblo talismán.
Aunque si queréis que os recomendemos alojamiento, sin duda el Hotel Chesa Platina, donde uno de nosotros trabajó allí en la primera temporada de invierno que pasamos en el valle. En el hotel os atenderán en alemán, inglés y español. Y desde él podremos ver amaneceres tan increíbles como éste:
Desde Schruns podemos acceder a diversos puntos del valle, ya sea en autobús, coche, andando de ruta por la montaña, telesilla…
Es un pueblo muy pequeño pero tiene restaurantes de diferentes nacionalidades y varios supermercados como SPAR, Lidl o Sutterlüty que es un supermercado con productos de la tierra. Todos ellos abren los domingos en la temporada de invierno.
Os recomendamos probar las típicas fondues de queso o sopa (sí, de sopa, más conocidas como Chinoise) en el Hotel Kreuz.
Es un pueblo precioso que merece la pena visitar tanto en invierno
como en verano
por todas las posibilidades que ofrece.
¡Por favor, si os decidís a visitarlo y tenéis alguna pregunta, no dudéis en hacérnosla!